La bailarina que lo bailaba todo, hasta el ladrido de los perros.
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LA NUEVA UTOPÍA PIRATA. POESÍA PLÁSTICA, LIBRAGES, OBJETOS SAMPLEADOS, ORÁCULO DRAPART. COMARURU Es la única palabra registrada en el paisaje marciano. Mantra de la libertad más allá de los poderes ultrasónicos de la Tierra. Bienvenid@ a esta fiesta de locura lúcida.
Realicida
El Muso Aspirador
Mi rostro es bosque
IMAGINA CÓMO SERÍA
Comaruru es lo que siempre soñaste. Es por lo que merece la pena vivir. Es una fiesta y es un festival de arte. Es también una mística y un estado alterado de conciencia. Pero, sobre todo, es un acto de amor. Es comunión con el mundo. Es reconciliación con la existencia.
Comaruru no conoce restricciones que no sean las del respeto y la simpatía. Es absolutamente libre, deshace nudos, permite que la realidad fluya y que el cerebro emita ondas alfa. Es jugar con la imaginación, posicionarse en el gozo de la creatividad constante.
Comaruru es un bosque de belleza, una utopía pirata, una zona autónoma temporal. Sus moradores habitan el arte y lo crean, no son meros espectadores pasivos. Van disfrazados como les viene en gana: eróticos, carnavalescos, desnudos, circenses, héroes. Se expresan totalmente y se divierten porque encuentran lo que habían estado buscando.
La exposición de objetos mágicos, la proyección ininterrumpida de imágenes, la música como primer decreto de la vida, el body art, la performance y las degustaciones culinarias no son un fin en sí mismo, sino estímulos del éxtasis. El concepto de autoría ya no es relevante, porque el arte ya no tiene sentido en términos de fama o currículum vitae. El arte es un canal de libertad, un regalo, un guiño de originalidad que llena al ser humano de una felicidad objetiva e instantánea.
Comaruru es un templo iniciático que ha encontrado un anclaje en la realidad. Allí serás tan libre como seas capaz de imaginar. Vivirás el contexto necesario para que las puertas de la percepción se abran de par en par y puedas ver el mundo tal cual es, infinito.
Comaruru no conoce restricciones que no sean las del respeto y la simpatía. Es absolutamente libre, deshace nudos, permite que la realidad fluya y que el cerebro emita ondas alfa. Es jugar con la imaginación, posicionarse en el gozo de la creatividad constante.
Comaruru es un bosque de belleza, una utopía pirata, una zona autónoma temporal. Sus moradores habitan el arte y lo crean, no son meros espectadores pasivos. Van disfrazados como les viene en gana: eróticos, carnavalescos, desnudos, circenses, héroes. Se expresan totalmente y se divierten porque encuentran lo que habían estado buscando.
La exposición de objetos mágicos, la proyección ininterrumpida de imágenes, la música como primer decreto de la vida, el body art, la performance y las degustaciones culinarias no son un fin en sí mismo, sino estímulos del éxtasis. El concepto de autoría ya no es relevante, porque el arte ya no tiene sentido en términos de fama o currículum vitae. El arte es un canal de libertad, un regalo, un guiño de originalidad que llena al ser humano de una felicidad objetiva e instantánea.
Comaruru es un templo iniciático que ha encontrado un anclaje en la realidad. Allí serás tan libre como seas capaz de imaginar. Vivirás el contexto necesario para que las puertas de la percepción se abran de par en par y puedas ver el mundo tal cual es, infinito.
La Musa Inspiratriz
Remitimos a algunas obras y eventos INSPIRADORES:
ALGUNOS LIBROS
1. Las puertas de la percepción, Aldous Huxley. Extrae su título de una cita de William Blake (El matrimonio del cielo y del infierno):
Si las puertas de la percepción se abrieran de par en par
todo aparecería al ser humano tal cual es: infinito.
Dado que el hombre se ha limitado a sí mismo,
divisando las cosas a través de las estrechas rendijas de su propia caverna.
Trata sobre los estados alterados de conciencia y las experiencias místicas (inducidas por la mescalina, en este ensayo). Es un relevante clásico de la psicodelia en Occidente. Química pura.
2. La educación del des-artista de Allan Kaprow. El creador oficial del happening insiste en "habitar el arte" y no contemplarlo como un voyeur, la relevancia del "jugar" frente al juego ("jugar" es acción, el juego está acabado e inventado por otro), la necesidad de vivenciar la creatividad e introducirla en la cotidianidad.
3. TAZ de Hakim Bey. Teórico de las "zonas autónomas temporales", hace una revisión de sus características y su aparición espontánea en el pasado: utopías piratas, la república de d'Annunzio, la Barcelona anarquista, la revolución bolchevique... La libertad es un derecho del ser humano; no merece la pena esperar a que el control autoritario del estado y los mass media retiren sus barreras implacables, cuando es tan importante saber disfrutar con alegría de la belleza de este mundo. La música habría de aparecer en el primer artículo de la Constitución.
ALGUNOS LIBROS
1. Las puertas de la percepción, Aldous Huxley. Extrae su título de una cita de William Blake (El matrimonio del cielo y del infierno):
Si las puertas de la percepción se abrieran de par en par
todo aparecería al ser humano tal cual es: infinito.
Dado que el hombre se ha limitado a sí mismo,
divisando las cosas a través de las estrechas rendijas de su propia caverna.
Trata sobre los estados alterados de conciencia y las experiencias místicas (inducidas por la mescalina, en este ensayo). Es un relevante clásico de la psicodelia en Occidente. Química pura.
2. La educación del des-artista de Allan Kaprow. El creador oficial del happening insiste en "habitar el arte" y no contemplarlo como un voyeur, la relevancia del "jugar" frente al juego ("jugar" es acción, el juego está acabado e inventado por otro), la necesidad de vivenciar la creatividad e introducirla en la cotidianidad.
3. TAZ de Hakim Bey. Teórico de las "zonas autónomas temporales", hace una revisión de sus características y su aparición espontánea en el pasado: utopías piratas, la república de d'Annunzio, la Barcelona anarquista, la revolución bolchevique... La libertad es un derecho del ser humano; no merece la pena esperar a que el control autoritario del estado y los mass media retiren sus barreras implacables, cuando es tan importante saber disfrutar con alegría de la belleza de este mundo. La música habría de aparecer en el primer artículo de la Constitución.
COMARURU 2008
La máscara de Alice Vannoy
Ardiente, jamás consumida
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